Este tipo de cocina se caracteriza por diversos factores, uno de ellos es la consumición de
alimentos vegetales crudos, así como la utilización del aceite de oliva como aliño para la
mayoría de platos y elaboraciones, con productos y ingredientes que, utilizados de manera
equilibrada, nos proporcionan una dieta saludable más que beneficiosa para nuestro
organismo.
Otra característica importante de la cocina mediterránea es el marinado de las carnes y el
pescado con diversas hierbas aromáticas y aceite de oliva, que a parte de darle sabor a los
platos a la hora de cocinarlos, aportan otros nutrientes extra a nuestro organismo.
Los embutidos como el salami, o el jamón son también productos muy consumidos en la
gastronomía mediterránea, siendo el jamón uno de los productos estrella de la gastronomía
española, mientras que en cuanto a los pescados, los más utilizados y los favoritos de la
cocina mediterránea son los pescados azules, muy ricos en ácidos omega-3, uno de los grupos
de ácidos grasos más beneficiosos para la salud, ayudando a reducir las enfermedades
cardiovasculares entre otros muchos beneficios saludables para nuestro cuerpo.
En definitiva, las características principales de la cocina mediterránea son la alta ingesta de
alimentos de origen vegetal (como frutas, verduras, pan, arroz, cereales, pasta, legumbres), la
utilización omnipresente del aceite de oliva tanto para cocinar como para aliñar, utilización de
hierbas aromáticas en el marinado y cocinado de los productos, consumo moderado del vino, y
un alto consumo en proteínas (leche, huevos, carnes, pescados), todo utilizado en un equilibrio
que nos proporciona una de las dietas más completas y saludables para nuestra alimentación.
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